En la desolada tarde, Claribel, Al claror de un sol que no arde, Claribel, me vuelve el amante alarde, aunque todo dice «es tarde Claribel». Lleva en sus alas el viento, Claribel, tu nombre como un lamento Claribel, y en vano mis ansias siento volar tras aquel concento, Claribel. Voz con que pía la ausencia, Claribel. saudade, canora esencia, Claribel! Añoranza, transparencia que la ausencia hace presencia, Claribel! Mar profundo y alto monte, Claribel, ¿Es posible que tramonte, Claribel, tras el húmedo horizonte, y que las nieves remonte, Claribel? El tiempo es por siempre ido, Claribel, y eres quizás toda olvido Claribel! Mas yo, iluso descreído, aun pienso que me has querido, Claribel! El pan amargo en que muerdo, Claribel, hecho está de tu recuerdo, Claribel! Y el pasado nada cuerdo es un sueño en que me pierdo, Claribel! Oh mañana azul y rosa, Claribel, en que té ví mariposa, Claribel! Reina y mujer, niña y diosa, oro, nácar, nieve y rosa, Claribel! Cantaba en el aire un ave, «Claribel». suave cual la suave Claribel. Y unía el plumado clave dulce risa y lloro grave: Claribel! Una música escondida, Claribel, Eres por siempre en mi vida, Claribel. Maná de mi eterna herida lecho rosa y luz florida: Claribel! Vierte mi labio un perfume: Claribel, musgo y clavel que resume Claribel. Mirra que eterna zahume, Óleo que no se consume, Claribel! Tu nombre dulce y cruel Claribel Sabe a fresa e hidromiel Claribel Son de encantado rabel Hay un sortilegio en él, Claribel De un nigromante el compás, Claribel, Trazó en mi alma «nunca más Claribel». Y así a mis ojos jamás Como el alba volverás, Claribel!
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